En la Biblioteca Libre creemos que todos los lugares tienen potencial para convertirse en espacios de encuentro con la lectura. El 2023, gracias a la idea de una de nuestras lectoras, empezamos una colaboración con unidades hospitalarias de salud mental infantojuvenil. ¿Qué está sucediendo? ¿Y qué queremos lograr? Aquí les contaremos.
Un día nos contactó Sofía, usuaria de nuestra Biblioteca y estudiante de Terapia Ocupacional que realizaba su práctica en el Hospital Exequiel González Cortés. Conociendo nuestro trabajo, nos solicitaba una donación de libros para los pacientes de su unidad. Frecuentemente, los resultados de estas iniciativas se desconocen por la falta de seguimiento. Aún así, quisimos saber más.
Recibimos una respuesta que demostraba conocimiento, seriedad e interés en darle un uso real a la colección por recibir. ¿De qué se trataba? Acompañar la hospitalización de niños, niñas y jóvenes con lecturas que aporten a su proceso de recuperación, siendo un espacio de contención y una opción significativa para uso del tiempo libre durante esta etapa crítica.
La adolescencia es una etapa en que experimentamos fuertes cambios para construir finalmente una identidad propia. Considerando además que estos pacientes viven una separación de su entorno conocido, sin acceso a tecnología, visualizamos una oportunidad para integrar la lectura como un hábito protector en sus vidas futuras.
¿Qué aporta la lectura al cuidado de la salud mental? Promueve la sensación de bienestar, reduciendo el estrés y mejorando la calidad del sueño. También ayuda al desarrollo de la empatía – vemos nuestras vidas reflejadas en historias – y aumenta la capacidad de reflexión.
Para que esta idea funcione, hay un factor crucial, que es la participación de las personas a cargo de la unidad. Son quienes se comprometen a gestionar los préstamos, llevar registros sobre el uso de la colección, y asegurar que los libros recibidos estén constantemente en uso.
En septiembre de 2023, entregamos nuestra primera donación a la UHCIP del Hospital Exequiel González Cortés, que consistió en 50 títulos de literatura infantil y juvenil. Fue también nuestro primer acercamiento a la realidad hospitalaria. La recepción por parte de las encargadas fue muy positiva, hubo mucha conversación y se planteó la necesidad de un trabajo a largo plazo en estos espacios.
Pero, ¿cómo le podíamos dar continuidad?
Comenzamos una campaña de recolección en nuestras activaciones de la Casita de Libros. Parte importante de quienes participan son mujeres jóvenes, lo que favoreció la llegada de títulos que ellas habían leído y disfrutado en etapas pasadas de sus vidas lectoras.
Paralelamente, nos pusimos en contacto con las unidades de salud mental de dos hospitales más: Eloísa Díaz (La Florida), Sótero del Río (Puente Alto) y Calvo Mackenna (Providencia) para darles a conocer la propuesta. Cada uno de ellos aportó con nuevas ideas, como la instalación de un espacio de lectura adicional en un área de tránsito, o la realización de talleres de creación artística que complementen la oferta de lecturas.
¿Qué ha sucedido desde entonces?
De acuerdo a la información que nos provee la UHCIP, el hábito de lectura ha aumentado considerablemente, con 5 de cada 10 pacientes solicitando libros durante su hospitalización. Entre las razones para ello, señalan la elección de títulos contemporáneos, variados y con una estética atractiva, a diferencia de las lecturas antes disponibles, consideradas más infantiles.
Nos comparten además tres testimonios de adolescentes: la primera de ellas aborda la lectura como una preparación mental para su regreso al colegio, la segunda comenzó con este hábito tras un mes de hospitalización, deseando recibir libros como regalo a futuro, y el tercero superó su dificultad para leer de forma constante al motivarse con libros de divulgación sobre el universo.
¿Qué queremos lograr?
En el corto plazo, queremos destinar a cada una de nuestras bibliotecas en unidades hospitalarias un total de 200 o más títulos. Estos deben ser atractivos para el público juvenil, idealmente de publicación reciente y recomendados por nuestros lectores habituales. De este modo, aumentaremos las probabilidades de despertar un gusto por la lectura que continúe más allá de la hospitalización.
En el mediano a largo plazo, queremos llevar nuestra iniciativa a todas las unidades de salud mental de la red de hospitales de la Región Metropolitana, posicionando la lectura como un agente de cambio positivo en las vidas de niños, niñas y jóvenes que necesitan mayores cuidados en este ámbito.